Como parte de la estrategia del Banco Central de Venezuela de llevar el conocimiento de la metodología empleada para el levantamiento del Índice Nacional de Precios al Consumidor, facilitadores del emisor expusieron ante los afiliados a la Cámara Venezolana de Industria de Alimentos (Cavidea) y a directores y funcionarios del Viceministerio de Seguridad Social del Ministerio del Trabajo, los detalles más relevantes de este estudio que permite mes a mes conocer la variación de los precios de los productos y servicios.

En Cavidea, la exposición estuvo a cargo de Magalis Figueroa y Franklin Mendoza, mientras que en el Ministerio del Trabajo participó Héctor Martínez, los tres son representantes del Departamento de Estadística de Precios del BCV.  Estos encuentros forman parte de una estrategia diseñada para atender a organismos públicos y privados, gobernaciones, alcaldías, universidades y consejos comunales, con el fin de democratizar la información sobre este indicador.

Los asistentes aclararon sus dudas respecto al trabajo conjunto que vienen realizando el BCV y el Instituto Nacional de Estadística para medir el impacto del incremento de los precios en las diez áreas metropolitanas más importantes del país (Caracas, Maracaibo, Valencia, Maracay, Barquisimeto, Mérida, San Cristóbal, Ciudad Guayana, Puerto La Cruz-Barcelona y Maturín) así como en otros 72 poblaciones que representan a las ciudades medianas y pequeñas así como algunos asentamientos rurales.

Los especialistas del BCV explicaron que para el cálculo de este instrumento se investiga una canasta de 362 rubros, cuyos precios se levantarán en cerca de 22.000 establecimientos, lo que en promedio permitirá contabilizar unos 300.000 precios mensuales.

Tanto los afiliados a Cavidea como los funcionarios del Ministerio del Trabajo conocieron de primera mano las aplicaciones que facilita este estudio, tanto para el sector público como privado, toda vez que facilitará el diseño y seguimiento de las políticas públicas, las decisiones de los agentes privados y las orientaciones al consumidor, ya que permitirá de una manera más adecuada afectar, escalar e indexar valores que deben ser modificados con base a las evoluciones de los precios al consumidor referidas a diferentes ciudades del país.